miércoles, 5 de junio de 2013

Martin Heidegger

Pensamiento existencialista de Martín Heidegger en cuanto a los temas: Ser para la muerte, existencia autentica e inauténtica

·         En Heidegger se advierte una influencia de su maestro Edmund Husserl, de quien toma el método fenomenológico para sus análisis filosóficos. Originariamente el método fenomenológico postulado por Husserl se expresa en el principio de volver a las cosas mismas, a su esencia, frente a todo tipo de cuestiones solo aparentes y nada rigurosas. E esta forma de pensar, Heidegger incorpora el elemento de una hermenéutica o interpretación que permita justamente interpretar las condiciones de posibilidad de los fenómenos.

·         La principal obra de Heidegger es Ser y tiempo (Sein und Zeit), aparecida en 1927. La segunda parte, prometida, no llegó nunca a escribirla. Son famosos ensayos como De la esencia del fundamento (1929), Kant y el problema de la metafísica y ¿Qué es la metafísica?, del mismo año. ".
·         En la obra de El Ser y el tiempo, Heidegger aborda la cuestión del ser: ¿qué significa que una entidad sea? o ¿cuál es la razón por la que hay algo en lugar de nada? En esta aproximación a la cuestión, Heidegger se coloca entre la tradición de Aristóteles y de Kant, autores que difieren ampliamente en sus posiciones filosóficas respectivas; no aborda la cuestión del sentido del ser desde la perspectiva de la lógica de las proposiciones. Su aproximación tiene implícita la tesis de que el conocimiento teorético no es la más fundamental y originaria relación entre el individuo humano y los entes del mundo que le rodea (incluyéndose a sí mismo).
·         La filosofía de Martín Heidegger (1889-1970) es considera por muchos filósofos dentro de la corriente existencialista del siglo XX. Él nunca se consideró existencialista porque ésta corriente se interroga por la misma existencia humana, es decir, por el mismo hombre, y este fin no es buscado por Heidegger, sino únicamente es el punto de partida para llegar a su búsqueda del ser. Así que, Heidegger no intenta hacer una antropología, sino más bien una ontología. Sin embargo, en su ontología postula el ser para la muerte, o sea, que el hombre es un ser finito y destinado a la muerte.
·         Para Heidegger la tarea fundamental de la filosofía consiste en aclarar, en dilucidar el sentido del ser. Heidegger encuentra que la vía de acceso al ser es nada menos lo que llama el dasein, es decir el ser concreto, el hombre mismo. De esta manera, la realidad primaria, donde el ser aprende con su sentido original es el hombre o dasein.

·         Heidegger nos advierte en "¿Qué significa pensar?" mediante una frase aguda: "la ciencia no piensa". Después precisa: "no lo hace a la manera de los pensadores". No es que quiera simplemente devaluar la ciencia. Considera como un "mérito" de ésta él no pensar, ya que sólo así se puede introducir como investigación en un dominio de objetos. Esto arroja luz sobre el concepto de ciencia que sigue este filósofo. La reflexión sobre metas y caminos hacia ellas queda eliminada de una ciencia que se conciba así. Pero, ¿qué entiende por pensar a la manera de los pensadores? Heidegger define ese pensar mediante lo que le da a pensar. De aquello que debemos pensar, dice que es lo no pensado por todas las filosofías anteriores. "El origen esencial del ser del ente (de lo que es)". Tiene doble sentido decir que Nada de eso es representable. Rechazando el pensamiento que representa, Heidegger nos remite a una representación de la Nada: a un origen esencial que, según sus palabras, se nos escapa. Esta esencia ausente, ya que se nos escapa, permite única y exclusivamente "que señalemos hacia ella y al hacerlo nos señalemos nosotros mismos". "Este señalar es nuestra esencia". Después de haber entrado sin desearlo en la actitud reverente de personas que dan por sentado un sentido superior, que va más allá de sus horizontes y al que comienzan a subordinarse sin pensar, partiendo de una disposición profundamente arraigada en ellos, retomaremos la pregunta: ¿Dónde hemos ido a parar? Este pensar a la manera de los pensadores habla abiertamente como un señalarse-a-sí-mismo, desde una montaña de arrogancia.
·         Al abordar el análisis del dasein, Heidegger considera que este no es una característica o predicado de algo, sino su propio ser, he aquí su importancia. Ello significa que la naturaleza propia del dasein consiste en su existencia y no lo aprehendido o conocido mediante categorías o conceptos, sino por medio de lo que el filósofo llama existenciarios.
·         El hombre o dasein no es el ser, sino el medio a través del cual se da o se abre el ser; así, el hombre es pastor del ser.
·         En la estructura de la existencia autentica resultan muy importantes los conceptos (vivencias) de la nada y de la angustia. Mientras que en la existencia inauténtica, es uno de sus aspectos ontológicos y no implica una degradación moral. Sin embargo, estas caracterizaciones que hace Heidegger no pueden ser del todo indiferentes a valoraciones éticas.

·         Para Heidegger la muerte es, en fin, la posibilidad invencible, la anticipación de la muerte hace del ser ahí un todo, puesto que todas las otras posibilidades existenciales parecen subordinarse a ese poder primordial.
·         La muerte es la posibilidad más personal que hay en el hombre, pues es radicalmente inconmutable. Para Heidegger la interpretación existencial de la muerte devuelve al hombre su valor autentico y lo lleva a la resolución resignada de morir, que es una verdadera libertad para morir.

Por otra parte, es menester reconocer que la muerte es la posibilidad más auténtica de la existencia, ya que la autenticidad reside ante todo en lo más peculiar e intransferible del hombre. La posibilidad de morir es tan propia y exclusiva del hombre en concreto, que impide toda relación con otros seres. La muerte aísla.

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