miércoles, 5 de junio de 2013

Jean-francois Lyotard

Progreso Material y razón Instrumental en Jean-francois Lyotard

·         La idea del progreso en la historia no tiene las características de un pensamiento racional. Está más bien en el campo de lo sublime y, por lo tanto, tampoco es "presentable" para Lyotard desde el punto de vista de la razón, de la razón kantiana, es a lo sumo una idea estética. Lo sublime funge sólo a manera de signo, símbolo, pues no se puede presentar pruebas racionales de ello. La idea de que "hay progreso" es nuevamente fruto del entusiasmo de los pueblos. Por la misma razón, la idea de que la revolución cambia o trae aparejado progreso y novedad, es un producto estético, simbólico y sublime pero no racional. El juez crítico –la filosofía según Kant- sólo puede validar este enunciado cuando encuentra "signos" que la confirmen. La revolución francesa puede ser uno de esos signos, pero no se podría reconocer la idea de la república en un mero dato empírico “informe” como constituye la revolución.

·         Una metanarrativa, metarrelato o macrorrelato es, en el contexto de la teoría crítica y el posmodernismo, "un esquema de cultura narrativa global o totalizador que organiza y explica conocimientos y experiencias”, según explica Stephens. El prefijo meta significa “más allá”, y una narrativa es una historia. La metanarrativa será, por tanto, una historia más allá de la historia, que es capaz de abarcar otros "pequeños relatos" en su interior, dentro de esquemas abarcadores, totalizadores, trascendentes o universalizadores.
·         Los modernos pensaban que la capacidad de progreso era consustancial a la naturaleza humana que de acuerdo con Descartes es eminentemente racional. De este modo, el mal, el atraso, es la ignorancia y el bien o progreso es la razón. Con la misma seguridad con que triunfaría Dios del diablo, prevalecería la razón sobre la ignorancia.

·         La Razón Instrumental es una modalidad del pensamiento que prioriza la utilidad de las acciones y el uso de objetos de acuerdo a un proceso de medio-fin. Es decir: que hay cosas que se utilizan como medio para conseguir un fin, una meta, y que lo importante es esa meta sobre el medio interpuesto. La cuestión de la razón instrumental es pues un pensamiento pragmático en el cual lo fundamental es el criterio de utilidad: lo importante de algo es para qué sirve. Así, por ejemplo, si yo quiero clavar clavos utilizaré de acuerdo a la razón instrumental un medio, el martillo, para conseguir un fin que es lograr un objetivo. Pero si ahora no quiero clavar clavos el martillo será inútil. Si quiero comer sopa, el fin, utilizaré la cuchara, el medio. Pero no me servirá para comer filetes y la desecharé cuando ocurra esto. Así, la razón instrumental se une a la técnica y podríamos decir es su razón, y por ello, es también razón humana y resultaría ingenuo, y reaccionario, denigrarla como un modo de razonar menor. No lo es en absoluto y en ella hay también progreso y emancipación como lo hay en la propia técnica.

·         Marks Horkheimer realiza una crítica a la razón instrumental en la que plasma que somos los herederos de la Ilustración y del progreso técnico. 
Oponerse a ellos mediante una regresión a etapas primitivas no constituye un paliativo para la crisis permanente que han provocado. 
El único modo de socorrer a la naturaleza consiste en liberar de sus cadenas a su aparente adversario, el pensar independiente.

·         La concepción moderna de un sujeto firmemente anclado, momento indubitable del conocimiento, como sustancia, convertía todo conocimiento en objetivación. Cuando ese conocimiento se vuelve sobre el propio sujeto o sobre otros sujetos, favorece su cosificación, el tratamiento del hombre por el hombre como un objeto. La conclusión que extrae Lyotard es que el sujeto no es ni esencialmente libre ni esencialmente autónomo (ni esencialmente “algo”, forzando la expresión) y, por tanto, no puede ser fundamento de una concepción de la realidad.

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